Cada especie tiene costumbres distintas y necesidades específicas (no es lo mismo tener un gato o un perro).
Es necesario que conozcas los cuidados básicos de tu futura mascota antes de decidirte. No se vale adoptar por impulso o porque “crees” que necesitas una mascota; es asumir un compromiso de por vida, es un ser vivo que necesita todo tu apoyo, cuidados y amor.

Es de suma importancia que cada miembro de tu familia acepte la adopción de una mascota. Evita las adopciones sorpresa, pues es posible que surjan problemas más adelante; ya sea que uno de tus familiares sea alérgico, asmático o simplemente no sea tolerante a los animales. Es triste saber que muchas mascotas adoptadas son abandonadas después de unos meses.

Algo muy importante a tomar en cuenta es buscar una mascota que pueda familiarizarse con los niños y que en casa les enseñen a respetar a los animales. Enséñale a tus pequeños a ser conscientes del carácter de los animalitos.

Se deben esterilizar, alimentar y llevar al veterinario optimizando su salud. Es importante un espacio lo suficientemente cómodo para su recreación, ejercicio y descanso. Es clave que siempre esté identificada, sobre todo, cuando la lleves a pasear. En el caso de perros, es muy recomendable llevarlos a pasear entre 3 y 6 veces al día, sobre todo si no tienes un jardín para que pueda hacer sus necesidades. En cuanto a los gatos, basta con asignarles una caja con arena especial (que debe limpiarse a diario) para sus necesidades.

Antes de adoptar, recuerda que hay lugares donde no aceptan mascotas. Deberás consultar las restricciones y el reglamento del condominio o edificio donde vives, para evitar inconvenientes con los vecinos. Recuerda que no todos son tolerantes con las mascotas.

Recuerda que una mascota es un miembro más de tu familia y debes contemplar varios gastos, tales como: alimentos, vacunas, productos de limpieza e higiene, juguetes, emergencias veterinarias y/o en caso de que salgas de viaje, el gasto de una pensión.

Los perros y los gatos viven de 15 a 20 años (dependiendo la raza y tamaño). Debes comprometerte a jamás abandonar a tu mascota, pase lo que pase; un divorcio, fallecimiento o una mudanza, muchas veces perjudican a las mascotas y éstas terminan desamparadas. Por estos y otros motivos, debes siempre ver por su bienestar.

Recuerda que toda mascota es un miembro más de tu familia. Debes tener la certeza de que se llevarán bien con tu nueva mascota y buscar la forma correcta de presentarlos para que no existan mayores inconvenientes. Para estos asuntos, te puedes asesorar con el Centro de Adopciones. Es muy probable que, al principio, exista miedo e inseguridad en la mascota nueva; esto es porque se estarán repartiendo el territorio, pero pasando unos días y bajo una supervisión constante, aprenderán a convivir.

Los animales necesitan cariño, así como los humanos. Si crees tener poco tiempo para convivir con ella, puedes plantearte la posibilidad de adoptar 2 mascotas, de igual o diferente sexo. Ambos repartirán su territorio y lo compartirán con respeto, juegan todo el tiempo y al cabo de un par de días suelen dormir abrazados.

Los cachorros son adorables y la mayoría de la gente los quiere adoptar, sin embargo, requieren mucha más paciencia, tiempo y esfuerzo; verlos crecer es una gran experiencia, no podemos predecir cómo serán. Un adulto es una opción más cómoda, existen muchos prejuicios hacia ellos, pero se habitúan mucho más rápido a una familia y ya tienen cierta educación y tienen madurez. Aportan el mismo cariño y compañía sin el ritmo acelerado. Ya conocemos su personalidad y enfermedades.

Los mestizos son cruzas y no sabremos a ciencia cierta cómo será su aspecto físico al crecer, pero cuentan con mejor salud, temperamento y fidelidad, tienen menos debilidades genéticos y físicas. Las mascotas de raza, será más fácil Imaginarlos físicamente y tendremos una idea aproximada de su carácter. Independientemente de tu elección, toda mascota aporta un amor incondicional. A la hora de elegir, no debemos dejarnos llevar por la apariencia sino por una personalidad que se adapte a la nuestra.

Lo usual es que los machos sean más dominantes y posean una mayor confianza en sí mismos mientras que las hembras son más cariñosas y más hogareñas. La esterilización hace que el deseo de los machos de escapar o pelearse por el celo en las hembras y sus consecuencias, desaparezcan. Sin embargo, toda regla tiene su excepción, por lo que es muy importante conocer la personalidad de cada animal independientemente del sexo.